Renfe prosigue acelerando con la vista puesta en la
entrada de competidores privados en el transporte de viajeros. La compañía ha
cerrado un mes de enero con cifras históricas en el
sector de alta velocidad y larga distancia, con una cifra de
pasajeros nunca vista hasta ahora en el primer mes del año: 2,07 millones, lo
que supone un incremento cercano al 9% en relación con el
mes de enero de 2014.
El AVE, uno de los principales
quebraderos de cabeza del operador ferroviario público, prolonga de este modo
el particular idilio que mantuvo con los pasajeros el pasado ejercicio, cuando
la cifra de usuarios se fue hasta los 29,6 millones. Las múltiples
ofertas de precios y
las innovaciones introducidas por Renfe,
como el denominado vagón silencioso, tuvieron respuesta en un incremento de la
demanda que incluso va en aumento en el inicio de 2015.
Las cifras han sido recibidas
con alborozo por el Ministerio de Fomento, donde esperan
que el operador público sea capaz de mantener este ritmo a lo largo de todo el
año, lo que se traduciría en un cierre del año muy cercano a
los 33 millones de pasajeros de alta velocidad y larga distancia.
Unos números
ciertamente alejados del objetivo de 50 millones establecidos por el presidente
de Adif, Gonzalo Ferre, para lograr la meta de hacer rentable
la red de AVE. Esa misma que Ferre
definió como algo que “no tiene ni pies ni cabeza” con las cifras de pasajeros que ha
presentado en los últimos años.
Adquirir velocidad de crucero
La compañía pública aún
dispondrá de la práctica totalidad de este año para adquirir la velocidad de
crucero necesaria para afrontar la competencia efectiva, toda vez que será
difícil que antes de 2015 circulen trenes de un operador privado para dar servicio de transporte de
pasajeros.
El objetivo de Fomento es que, al menos, el título
habilitante se conceda antes de que finalice la legislatura.
Pero todo dependerá de la aprobación de la Orden Ministerial que dará lugar al pliego de
condiciones para los interesados en optar a ese título que permitirá durante
siete años competir con Renfe en el corredor de Levante.
La presión de las compañías privadas para que Adif rebaje los cánones que
cobra por el empleo de las infraestructuras y para
que Renfe no cuente con determinados privilegios, como ser eximida
de llevar una contabilidad propia para el corredor de Levante y también de
perder su propio título sin incumple con las condiciones del pliego, va en
aumento, lo que podría ocasionar el retraso de todo el proceso.
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